Para muchos europeos y sudamericanos los peruanos son medio salvajes. Empezando por cochinos, siguiendo por machistas, llevando una vida que para muchos es sinónimo de barbarie…sin mencionar que tienen baja autoestima. Todo esto los hace inferiores, es lo que suele decir la gente.
En el transcurso de mi vida he conocido a muchos peruanos; bueno, es obvio, porque soy peruano. Algunos de ellos son flojos, con poco empuje, eso es cuando uno mira por un solo lado. Pero cuando voltea hacia el otro, se encuentra con seres inteligentes, ingeniosos, duros para el trabajo y con una terquedad muy propia cuando se trata de lograr un objetivo en la vida.
Algo muy característico del peruano es su diplomacia; prefiere no usar la fuerza cuando de resolver un conflicto se trata. No se impone, intenta demostrar con argumentos sus puntos de vista y llegar a la paz mediante acuerdos. Quien sabe por eso se ha ganado el apelativo de gallina.
Es cierto que lee poco, casi nada y me refiero al promedio, salvo los periódicos y semanarios de actualidad. Uno de sus hobbies es ver televisión y usar el Internet para chatear y escuchar música.
La pregunta es, que si por esas razones los peruanos tienen un país que aún no logra ser lo que debería. Una pregunta que no puede ser respondida con la simple afirmación de que los peruanos están donde están por causa de ellos mismos.
La mayoría de hombres y mujeres de la clase media actual y clase baja vienen de familias muy humildes, cuyos padres no tuvieron una formación sobre los problemas de la vida y la sociedad. Padres que no supieron, en su momento, preparar adecuadamente a sus hijos, porque ellos mismos no lo estaban.
La generación actual no es responsable de lo que no tiene en habilidades y conocimiento, en integridad y fe en lo que puede lograr durante su vida. Cuando la familia no es capaz de preparar al futuro ciudadano esa responsabilidad recae en el Estado. Pero la clase dominante mestiza-criolla se olvidó que existía una clase muy grande al interior del Perú; la mestiza-andina. Y sólo gobernó durante décadas para un pequeño sector privilegiado de la costa.
En conclusión, es absurdo juzgar globalmente a los peruanos. En todas partes hay ovejas negras y ovejas blancas. Y además, la capacidad y el conocimiento, no hacen al hombre más civilizado o menos bárbaro.